Sana el amor familiar

Sanar nuestro amor familiar es un paso grande para sentirnos completos y ordenados interiormente; esto es una manifestación de amor, una iluminación de nuestra conciencia y un mandato de nuestro espíritu.

Las heridas familiares son esas reacciones que producen emociones negativas cuando enfrentamos diversas situaciones, que van desde una diferencia de ideas hasta lo que se te pueda ocurrir, pero que genere en nosotros emociones negativas.

Sanamos nuestro amor cuando nuestra conciencia se deja asomar y toma el mando, así que tengo para ti estos tips para poner en práctica:

  • Seamos comprensivos para aceptar a nuestros familiares, tal y como son, porque querer cambiarlos no es nuestro trabajo.
  • Todos los miembros de nuestra familia deben ocupar un lugar en nuestro corazón, sin importar el tipo de relación o la falta de la misma, porque el vínculo familiar esta ahí, y es irrompible.
  • El respeto es muy importante, es decir, darle su lugar a cada miembro familiar que llegó primero, a nuestros mayores, esa jerarquía está ahí, es invisible pero firme y mantenerla es un paso para aceptar, fluir y sanar.
  • Ocupar nuestro lugar, sin controlar lo que no es asunto de nuestro nivel de jerarquía familiar y respetando a todos por igual.
  • Por último, evitar juicios, porque todos estamos en procesos distintos de la vida.

Poner esto en práctica es una manifestación constante de amor, de utilizar la conciencia para no dejarnos llevar por impulsos emocionales y apagar ese pensamiento lógico que nos hace creer que tenemos siempre la razón.

Deja un comentario